El compost que elaboramos es una enmienda biológica, con alta concentración de materia orgánica y microorganismos. Su aplicación mejora la estructura del suelo, estimula la vida microbiana y acompaña el desarrollo saludable de los cultivos

Cómo lo elaboramos

Cada pila de compost se arma manualmente, cuidando cada etapa del proceso. Seleccionamos estiércol fresco, restos agrícolas y forestales que aportan estructura, compost maduro y mantillos ricos en hongos y bacterias naturales. Sumamos sustancias calcáreas para equilibrar la mezcla.

Buscamos un balance entre estructura, nutrientes y vida microbiana, creando las condiciones para un proceso biológico activo que transforma los materiales crudos en abono.

En la fase termófila, la pila eleva su temperatura, neutraliza patógenos y activa microorganismos beneficiosos. Luego, durante la maduración lenta —de seis meses a un año—, el compost alcanza estabilidad y riqueza biológica.

El resultado es un abono maduro, estable y con alta actividad microbiana, listo para regenerar el suelo y nutrir nuevos cultivos.

    • Estiercol equino y bovino*

    • Material vegetal (restos de poda y pasturas)

    • Compost maduro

    • Dolomita, basalto

    • Preparados Biodinámicos (502, 503, 504, 505, 506, 507)

    • Agua de vertiente

    * Lo recolectamos de establecimientos cercanos con prácticas respetuosas y animales sanos, garantizando que esté libre de sustancias dañinas.

  • En nuestro proceso utilizamos seis preparados elaborados a partir de plantas:

    • Milenrama (Achillea millefolium)

    • Manzanilla (Chamomilla recutita)

    • Ortiga (Urtica dioica)

    • Roble (Quercus robur)

    • Diente de león (Taraxacum officinale)

    • Valeriana (Valeriana officinalis).

    Cada una de estas plantas atraviesa un proceso de transformación que las vincula con el reino vegetal, el animal, la tierra y los ritmos del año. El resultado son preparados que actúan sobre el compost de forma precisa, estimulando y equilibrando elementos esenciales como el azufre, potasio, calcio, hierro y fósforo.

    Una pequeña cantidad de cada preparado se aplica a la pila justo después de ser construida. Aunque la dosis es mínima, su efecto es profundo: activan procesos sutiles que acompañan y fortalecen la transformación de la materia.

  • Una vez armada la pila, esta se deja madurar al menos 6 meses. Durante este periodo vamos controlando humedad y temperatura, asegurando que las condiciones dentro de la pila sean las adecuadas para que el proceso de transformación suceda.

guano carbono nitrogeno compost

La agricultura que practicamos

Volver la mirada al cielo, trabajar con los elementos y afinar la percepción. Entendemos la tierra como un ser vivo, con ritmos y necesidades que escuchamos y acompañamos. Nos guiamos por la agricultura biológico-dinámica, que reconoce las relaciones entre todos los seres y fuerzas. Es un camino de observación, cuidado y conexión profunda con los ciclos de la vida.

El abono que cultivamos nace de esta forma de trabajar: viva, respetuosa y consciente. Al nutrir el suelo, buscamos también cultivar otra forma de habitar y vincularnos con el mundo.

Resultados de laboratorio

Realizamos de forma periódica análisis físico-químicos y microbiológicos sobre nuestras pilas de compost. Estos estudios nos permiten seguir de cerca el proceso de transformación y asegurar que el abono que ofrecemos sea seguro, estable y de alta calidad.

Buscamos optimizar la mezcla para obtener un número equilibrado de microorganismos.

Presentaciones

Comercializamos los abonos en bolsas de 10 y 25 dm3, y en bolsones de 300 dm3.
Para realizar pedidos de mayor escala, contactarse vía mail/telefónica.

DONDE ENCONTRAR NUESTROS ABONOS

  • Vivero ‘El Ceibo’ - Av. Champaqui esq. Reconquista. Villa General Belgrano, Córdoba.

  • Cultivo Mistoles - Ruta 109. Villa Berna, Córdoba